La historia de una niña de nueve años y su amorosa actitud para con su madre enferma es muy estimulante. Lea de ella y adoptemos la misma actitud pues siempre es nuestro “turno”.

“Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos”.  Juan 17:26.

Se publicó la historia verídica de una señora, madre joven, que sufría de una enfermedad que la había dejado inválida. Estaba acostada en su cama cuando entró su hijita de nueve años. Ya que vio que su querida madre estaba destapada en la cama, con cuidado su hija tomó la frazada y se la puso sobre ella, acomodándola para que no sintiera frío.  “¿Sabes?” dijo la madre, “No hace mucho era yo que doblaba la ropa y te la ponía a ti. Y ahora tú estás haciendo lo mismo conmigo. Qué linda eres tu mi hijita”. La chica se acercó a su madre y le dio una linda sonrisa mientras bajó su rostro para besarle en la mejilla. Luego susurró en el oído de su madre, “Es que nos turnamos, ¿No es cierto?” Y la niña se retiró calladamente de la sala.

Con toda su inocencia y con su simpatía juvenil, aquella señorita dio forma a uno de los principios bíblicos que deben significarnos mucho. Si bien es cierto que la señorita respondía con amor al parentesco familiar con su madre, no es menos cierto que tal preocupación debe existir entre los miembros del cuerpo de Cristo. ¿Acaso sabemos “turnarnos” el uno con el otro? Acordémonos que Cristo dijo: “Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” Juan 13:15.  “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.” Juan 13:34. Ahí está el nivel en que hemos de actuar, mostrando amor, con Cristo el ejemplo supremo. Pablo el apóstol dice lo mismo: “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros” Romanos 12:10.

La Biblia enfatiza la necesidad de mostrar amor. Por ejemplo, “Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” Efesios 4:32. “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras” Hebreos 10:24. “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” Gálatas 6:2. El amor es igual a una inversión y de la cual esperamos un retorno más tarde pero con ganancia. Adoptemos esta actitud: siempre es nuestro “turno”. –DAJ

Lectura Diaria:
1 Samuel 18:6-19:7 [leer]
/Isaías 59 [leer]
/Romanos 4:23-5:11 [leer]