“Porque para siempre es su misericordia.” Salmo 136:1-26.

El sentimiento de David en el Salmo 136 parece hallar su echo en las palabras de Pablo en Romanos 8. La misericordia y el amor son dos ingredientes que requerimos en la vida para vivir felices y seguros bajo el cuidado de nuestro amante Dios. Todo lo que Dios hace lleva el sello de la eternidad. Cuando nos salva, nos da “vida eterna.” Se revela a través de su “poder eterno.” Romanos 1:20. Con referencia a nuestra vida, Dios actúa “conforme al propósito eterno”, Efesios 3:11. Después de soportar esta leve tribulación momentánea, entraremos a disfrutar de la “cada vez más excelente y eterno peso de gloria”. 2 Corintios 4:17. Dios advierte que los que no creen irán al “fuego eterno,” “los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.” 2 Tesalonicenses 1:9. Toda criatura debe darse cuenta que en todo momento, tratamos con el Dios eterno. .-DAJ

 

Lectura Diaria:
Números 25-26:51 [leer]
/Proverbios 22:17-23:11[leer]
/Lucas 1:26-56 [leer]