Es un gran privilegio poder acercarnos al Padre, sabiendo que nos recibe en el Nombre del Hijo.

“En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dará” Juan 16:23

 

Cristo permite que pidamos al Padre las cosas que necesitamos para vivir y servirle, y si son conformes a su voluntad, nos las dará. Ocurrió durante la Guerra Civil en los Estados Unidos muchos años atrás. Un soldado lisiado trató por mucho tiempo de obtener audiencia con un juez muy ocupado. Al parecer, el juez no tenía mucha disposición de atenderle. Finalmente, el juez aceptó leer la carta que traía. Al abrirla, sus ojos cayeron sobre las primeras palabras: “Querido padre…”. Buscó inmediatamente la firma y de hecho, era la de su hijo, también soldado.

 

La carta era de su hijo. Su actitud cambió radicalmente. Soltó una sonrisa y abrazó al soldado y luego, leyó la carta: “Querido padre. El portador de esta carta es amigo mío. Acaban de darle de alta del hospital acá en el campo de batalla para poder descansar y recuperarse de sus heridas. Favor hacer lo que pueda para ayudarle por causa mía”. Después de un tiempo, el juez explicaba a un colega acerca del incidente. Dijo, “Mira, yo tomé a este joven soldado en mi casa por amor a mi hijo. Comió con nosotros y tuvo donde quedarse. Suplimos todas sus necesidades, y solamente por que mi hijo me lo pidió”.

 

Nuestra relación con nuestro Padre celestial, es mucho mejor No llegamos al Padre con una carta del Hijo que esté distante, sino el Hijo mismo está sentado a la derecha del Padre donde intercede por nosotros. ¿Hay algo más precioso que eso? El Señor Jesucristo dijo: “el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.” Juan 16:27. Romanos 8:34 dice: ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió, más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por vosotros.” La enseñanza es clara para todo cristiano. El Padre quiere que nos acerquemos a Él, pues nos recibe en la persona de su Hijo. Cristo ya está a la diestra del Padre. Por amor de El, el Padre nos recibe, responde y nos bendice. Tengamos, pues, confianza.

 

–daj

Lectura Diaria:
1 Reyes 10 [leer]
/Jeremías 18 [leer]
/Filipenses 3-4:1 [leer]