¿Cuál es la meta suya en su vida diaria? ¿Es acaso emular a Dios? Emular es imitar las acciones de otro procurando igualarlas. Considere la enseñanza de Juan el apóstol.

“Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.” 1 Juan 2:29.

Juan el apóstol animó a los destinatarios a vivir en permanente contacto con su Señor para no sentirse avergonzados cuando viniera. Luego les entregó una fórmula para saber cómo lograr un nivel de vida que diera confianza para su venida. Dijo que quien viviera de acuerdo con la justicia divina no tendría vergüenza en tal momento. La frase “Él es justo” destaca un atributo invariable de Dios. En su epístola, Santiago se refirió al “Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” Santiago 1:17. En el ejercicio de todos sus atributos, Dios mantiene una constante perfección. Permanecer en Cristo debe ser para el hijo de Dios una experiencia diaria de tener comunión con Él y no solamente un encuentro periódico. De esta manera, el cristiano que busca vivir o “andar como él anduvo” tendrá confianza cuando Cristo venga. El verso 29 forma parte de una sección que termina en 1 Juan 3:3; “todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”. Sirve para recalcar la clase de vida que Dios quiere ver ahora en sus hijos, los que esperan a su Señor.

Dios es un Ser Justo. ¿Qué significa esto? Vivimos en un mundo donde la injusticia está al orden del día y no tenemos ni en las cortes ni en los jueces buenos ejemplos para formar una idea de lo que es justo. El profeta Sofonías se refirió a la justicia de Dios, “no hará iniquidad,… nunca faltará” Sofonías 3:5. Pablo dijo: “sabemos que el juicio de Dios… es según verdad” Romanos 2:2. En el Apocalipsis hay una referencia al “cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos” Apocalipsis 15:3. Todos los actos de Dios corresponden a su perfección. En Dios no hay iniquidad, no hay falla. En Dios hay verdad y justicia. Él actúa de acuerdo a lo que Él es en su Persona.

El texto de cabecera indica que el conocimiento del Dios justo debe producir en sus hijos la misma cualidad que se ve en Él, es decir, ser justo en su actuar. Han de actuar según la perfección y la santidad que hay en Dios. Éstas serán las características que distinguen a las personas que están esperando al Salvador del cielo. Sabemos que Dios es justo y la conclusión de este conocimiento es: “SABED TAMBIÉN que todo el que hace justicia es nacido de él” 1 Juan 2:29. Resta a los hijos de Dios vivir como corresponde. –daj