¿Busca usted señales de parte de Dios? El ha dado varias. miremos la Biblia.

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Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal” Mateo 12:38

 

 

En este versículo vemos el aparente interés y requerimiento de los escribas y fariseos por conocer más el poder de Jesús. El trasfondo, es que ellos dudaban y siempre dudaron de El. Tal vez hay algún lector que se empeña en conocer o reconocer señales de parte de Dios para su vida, ya sea para las cosas simples o las más trascendentales. La historia nos cuenta cómo los romanos miraban las vísceras de un ave muerta buscando indicaciones para decidir una campaña militar, si atacar o esperar. Aún los discípulos pidieron al Señor alguna señal del fin del mundo, lo que ellos llamaron el “fin del siglo” (Mateo 24:3) En realidad no es un pecado buscar la dirección de Dios, de corazón sincero, como lo hicieron algunos reyes y hombres de Dios en el antiguo testamento (ver Jueces 6:36-40, 2 Reyes 20:8; comp. Isaías 38:22, Juan 2:18).

 

En el versículo del día estamos frente a hombres conversando con el Hijo de Dios en un espíritu de levantar objeciones y, si era posible, no aceptar las palabras que El les estaba diciendo. Este “corazón malo de incredulidad” desagrada a Dios y lamentablemente se mantuvo hasta la cruz y aún después (ver Mateo 27:42 y 1 Corintios 1:22). También desagrada a Dios la aparente búsqueda de sus cosas cuando el fin último es satisfacer nuestra curiosidad como hizo Herodes Antipas justo antes de la Crucifixión (Lucas 23:8). En la vida cristiana, el Señor nos muestra señales de su soberanía a veces cuando las pedimos y otras muchas veces nos las muestra pese a nuestra incredulidad. Sin embargo antes de pedirle nosotros a Dios, El mismo anunció una señal, no para un grupo privilegiado de personas, sino a todos los hombres. Lo leemos en Isaías 7:14 “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel”.

Anunciando 700 años antes la venida del Hijo de Dios. Dios pasa por encima de nuestras dudas y conflictos y nos ofrece ayer y hoy una señal del cielo, que debemos creer y recibir. Jesús lo confirma cuando responde en el versículo siguiente al citado en el día de hoy “La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás” refiriéndose figurativamente a su muerte, sepultación y resurrección gloriosa tres días después. ¿Está algún lector demandando alguna señal para creer en Cristo? Dios ya nos ha dado la única señal que necesitamos, al enviar a su Hijo Jesús a nacer de una madre virgen, adjudicarse nuestros pecados y pagar por ellos en la cruz, resucitando al tercer día. No necesitamos más señales que la única que nos ha sido dada ya. Al incrédulo siempre le faltará una señal más, un milagro más, una predicación más. Escuchemos la voz del Hijo de Dios “no seas incrédulo, sino creyente”, “No temas, cree solamente” (Juan 20:27 Marcos 5:36).

rc

Lectura Diaria:
1 Samuel 17:1-31 [leer]
/Isaías 56:9-57:21 [leer]
/Romanos 3:1-29 [leer]