¿Quién no haya buscado una explicación por ciertos acontecimientos en el mundo, aquellos que dejan una secuela de sufrimiento y tristeza? La Biblia nos ayuda a entender. Lea de ello.


“¿Quién nos separará del amor de Cristo?” Romanos 8:35

El mundo interconectado transmite en cuestión de segundos información que otrora habría demorado días y semanas. Sabemos de guerras, terremotos, y otros fenómenos que golpean la humanidad. Recuerdo cuando era niño y de la mañana del 3 de septiembre de 1939. Marcaba las 8 a.m., cuando escuché el grito del suplementero en la calle que vendía una edición “extra” del diario informando sobre el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Fui corriendo a mi madre a preguntar de qué se trataba. Ya que Canadá formaba parte de la mancomunidad británica, el 10 de septiembre se declaró aliado de Gran Bretaña. Ahí supe algo del significado de tragedias. Mi profesor de la Escuela Dominical se fue a la guerra. El novio de mi tía murió cuando su barco fue torpedeado. Supe de otros que perdieron a sus seres queridos en la guerra. Aunque era chico, yo buscaba respuesta para tanta tristeza. Hoy día miles buscan el por qué de las tragedias que ocurren en los acontecimientos, en diferentes partes del mundo.

Hoy las noticias llegan más rápido que una edición “extra” del diario. En internet llegan como “alertas” en cuestión de minutos después de acontecer. Muchos buscan una interpretación de los eventos y preguntan “¿Qué es lo que la Biblia dice al respecto?” “¿Que dice Dios de todo esto?” Hay tragedias de diversas magnitudes. No todas son de la escala de un terremoto. Hay infantes que nacen con defectos físicos. Hay niños con problemas cardíacos y hay matrimonios que se rompen, además de jóvenes que optan por el camino de la rebeldía. Las mismas preguntas se repiten, “¿Qué es lo que la Biblia dice al respecto?” “¿Cómo se entiende todo eso?”

Parece que el mundo está lleno de calamidades e injusticias y naturalmente buscamos una respuesta, especialmente cuando algo nos toca de cerca. El caso bíblico que nos puede ayudar está en Juan 11. Lázaro se ha enfermado y sus dos hermanas no saben otra cosa que hacer sino enviar un mensaje a Jesús: “Señor, he aquí el que amas está enfermo” v.3. En vez de ir inmediatamente, Jesús informa a los mensajeros que “esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella” (v.4). Juan el apóstol dice que Jesús amaba a los tres miembros de esta familia (v.5). Así que, todo lo permitido estaba basado en su amor para con ellos. El amor de Dios no hace daño, sino que busca nuestro bien. De todas maneras, hay leyes en la naturaleza que causan destrucción. Hay debilidades en nuestros cuerpos que producen enfermedades y Dios las permite. “¿Quién nos separará del amor de Cristo?” (Romanos 8:35). De Cristo leemos que antes de ir a la cruz, “como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (1 Juan 13:1).

Y no ha cambiado.

 

(Continuará) –DAJ

Lectura Diaria:
1 Cronicas 17-18 [leer]
/Ezequiel 17 [leer]
/Juan 6:22-44 [leer]