Todos tenemos planes para el futuro. Preguntémonos, ¿hemos tomado a Dios en cuenta? En cuanto a su persona, ¿cuál es el fundamento que ha elegido? Jesús ensenó como evitar el desastre tomando en cuenta su Palabra.

“Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. … Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.” Lucas 6:47-48.

Cada uno tiene planes para el futuro. En Junio 2004 en una graduación de estudiantes terminando su experiencia escolar, dos profesores leían un corto comentario sobre cada alumno mientras cruzaba la plataforma para recibir su diploma. Hablaban de su pasada por la escuela y qué era lo que pretendían referente al futuro. Fueron más de doscientos alumnos homenajeados. Mientras eran nombrados, se proyectaba una foto del alumno sobre un par de pantallas. Los nombres y los rostros representaban una diversidad de lenguas, de razas, y de nacionalidades. Cada uno tenía planes para el futuro.

Puse atención a lo que decían, queriendo escuchar alguna indicación por si el alumno hubiera tomado a Dios en cuenta. Solamente en unos diez casos, había alguna indicación de que el alumno buscaba orientación para servir a Dios. Quizás el texto de cabecera podría haberse repetido al final de la ceremonia. El Señor Jesús usó la figura de un hombre cuidadoso, haciendo planes previos a la construcción de su casa. El hombre cavó, ahondó, y puso el fundamento sobre la roca, para evitar un desastre en el momento de la prueba. El Señor mismo interpretó el significado diciendo que la roca es su Palabra, y quien la toma en cuenta, y la pone por obra, la está usando como la base indispensable para conducir su vida. Tal individuo es sabio. Las tormentas de la vida no la pueden derribar ni destruir, sino se queda inmóvil, y segura. v.48.

El Señor describió lo que hizo el otro hombre, quien no usó de sabiduría. En vez de tomar precaución previa por lo que pudiera suceder, no cavó, ni ahondó para encontrar la roca, sino “edificó su casa sobre tierra, sin fundamento”. Cuando el río dio con ímpetu contra la casa, luego cayó, y es elocuente el resultado: “fue GRANDE la ruina de aquella casa” v.49. Es importantísimo tener un buen fundamento. Las ideas humanas no sirven para dar firmeza a la vida, sino solamente es la Palabra de Dios que, como una roca sólida, permite mantenerse firme en los vaivenes de la vida diaria. La seguridad eterna depende del fundamento en que está fundada la casa de la vida del individuo. La Palabra de Dios, la enseñanza del Señor Jesús, es la única base adecuada para todo que se haga en esta vida. A través de ella sabemos que la fe puesta en la obra terminada del Señor en la cruz nos puede salvar y luego darnos dirección en la vida. Es la única manera de evitar un desastre. –DAJ

Lectura Diaria:
2 Samuel 16-17 [leer]
/Jeremías 1 [leer]
/Gálatas 3:15-29 [leer]