¿Ha tenido Usted una experiencia personal cuando conoció a Dios? Isaías tuvo una que le cambió para siempre.

“En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime” Isaías 6:1

 

¿Ha tenido Usted una experiencia personal cuando conoció a Dios? El Señor Jesús indicó su deseo que esto pasara a todos cuando dijo al Padre: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” Juan 17:3. ¿Tiene Usted este conocimiento? Isaías relató la experiencia de él que causó grandes cambios en su vida. Lo mismo pasa cuando alguien se convierte en hijo de Dios a través de la fe en Cristo Jesús. Entre los cambios que se experimentan está la confesión del pecado, la adoración a Dios y la obediencia a su voluntad para servirle. Cuando alguien conoce a Dios le tiene reverencia, aprecia su santidad y su omnisciencia. La visión de su majestad debe ponernos de rodillas frente a Él.

 

Los creyentes en Jesucristo se deleitan en decir que tiene dos fechas de nacimiento. Una es la fecha de su nacimiento físico y la fecha más significativa es cuando nacen de nuevo y se convierten en hijo o hija de Dios. Para Isaías, la fecha significativa fue por el año 740 antes de Cristo. “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor.” Isaías 6:1. Cuando el rey Uzías murió, Isaías vio al Señor todopoderoso. ¿Cómo era la vida de Isaías antes de esta fecha? Poco se sabe de los ancestros de él. Solamente que era hijo de Amoz y su servicio profético abarcó los reinados de Uzías, Jotam, Ahaz y Ezequías, todos reyes de Judá. Profetizó durante 65 años y una de las profecías más llamativas es la de Isaías 53 donde describió los sucesos que habían de acontecer 700 años después en el Calvario, cuando Cristo murió.

 

Isaías aprendió que, aunque Uzías el rey murió, Dios siempre estaba en el Trono y tenía todo bajo su control. Eso cambió la perspectiva que tuvo Isaías de su vida. Vio a los serafines, estos ángeles de alta jerarquía, alrededor del trono rindiendo culto al Señor y clamando “Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejércitos.” v.3. Isaías aprendió que Dios es digno de ser adorado. Debemos aprender lo mismo nosotros también.

 

–daj

Lectura Diaria:
1 Samuel 4-5 [leer]
/Isaías 47 [leer]
/2 Corintios 8 [leer]